Tengo que pintar: ¿qué colores pongo?
Una de las dificultades con las que se encuentran frecuentemente quiénes acaban una reforma es de qué colores pintar. Aunque cada color tiene un significado, los podemos interpretar de diferentes formas según el espacio dónde los encontremos. Da igual el tipo de acabado, si es un estuco o son tierras florentinas. Da igual si se trata de pintar puertas o paredes. Los colores están presentes en todas partes y dan sentido al hogar.

El amarillo junto con el naranja simbolizan la luz del sol. Nos hacen entrar en calor y estimulan nuestra creatividad, pero hay que saber dónde utilizarlos. Posiblemente acertemos si utilizamos gamas en ocre, beige, arena o marrón. Suelen utilizarse en recibidores, salones, lavaderos y habitaciones. Por lo contrario, no es recomendable utilizar un amarillo chillón que nos pueda provocar ansiedad, nervios e incomodidad en la estancia. Los rojos muy vivos pueden llegar a ser agresivos, así que siempre se puede optar por un tono más fresa, cereza o granate, que siempre ha sido un color muy elegante.
El color verde es el color de la naturaleza por excelencia y es el color más relajante para el ojo humano. Aunque tiene miles de tonalidades agradables, me suele gustar en tonos aceituna o verde agua, aunque un verde manzana suave puede darle un genial toque en una cocina o sala de estar para niños.
El azul es el color del mar y del cielo. Es considerado beneficioso porque produce un efecto relajante en nuestro cuerpo y mente. El azul claro se asocia a la salud y la tranquilidad, igual que el gris claro, y es por eso por lo que actualmente se utilizan con frecuencia en baños o habitaciones infantiles. En cambio, un azul más apagado nos puede ayudar a dar seriedad a nuestro despacho, por ejemplo.

En los colores más oscuros encontramos el gris y el negro. El gris está de moda en sus diferentes tonalidades, ya sea gris perla, plomo, nublado, acero…etc. Ya lleva unos años en plena tendencia y aún se seguirá llevando para toda la casa en general. Creo que en esta cocina los grises combinan a la perfección.
El negro nos transmite dolor y oscuridad, por lo que no es muy aconsejable utilizarlo por su ausencia de luminosidad. Además de que es un color demasiado serio que hay que utilizar en pequeñas dosis, creo que le resta calidez al espacio y a su vez condiciona mucho la decoración que queramos poner después.
Espero haberos ayudado a resolver vuestras dudas y ya sabéis: ¡a dar color a vuestras vidas!
